Los Mayas: Maestros del Tiempo



No cabe duda que algo está cambiando en nuestro planeta, solo hay que ver cinco minutos las noticias del telediario o las portadas de cualquier periódico, para darse cuenta que nuestro planeta está enojado con nosotros o bien está recibiendo ordenes de los confines del universo para castigarnos por nuestros excesos y egos mostrados por todos nosotros en las últimas decenas de años.

Cosa que TODOS debemos recapacitar y mirar hacia dentro de nuestras conciencias, para intentar corregir lo que estamos haciendo mal.

Como ya sabréis Richard Gross científico del Laboratorio de Propulsión Jet de la agencia espacial estadounidense, NASA, mediante un cálculo complejo, ha revelado que el terremoto de Chile, de magnitud 8.8, a inclinado el eje de la Tierra unos 8 centímetros, acortado en 1,26 microsegundos la longitud de cada día en la Tierra, es decir los días de nuestro tiempo son 1,26 microsegundos más cortos. Ya ocurrió algo parecido en el terremoto de Sumatra-Andamán de magnitud 9,1 en 2004, desviando el eje, esta vez, (unos 7 centímetros) y acortando los días en 6.8 microsegundos.

Cifras insignificantes si tenemos en cuenta que (un microsegundo equivale a una millonésima de segundo), pero desde mi punto de vista importante, cuando tal modificación podría cambiar la medición del tiempo a lo largo de los años.

Precisamente para medir el tiempo, existió una civilización única, en la existencia de la vida humana en la Tierra. Esa civilización no era otra que la Maya, si tenemos en cuenta la diferencia tecnológica que existe en la actualidad.
Jorge1270



La especie humana, al haber adoptado un calendario irregular y una medición de tiempo mecánica y artificial se ha desviado biológicamente de su norma. Solo cambiando totalmente nuestra percepción del tiempo es cuando podremos ser capaces de experimentar una regeneración mental y moral
Por Josefina Santa Cruz

En el observatorio de Kitt Peak en Tucson, Arizona uno de los más grandes del planeta, hay un gran mural de mosaicos que representa el pensamiento astronómico de los Mayas. El mural tiene una inscripción que dice que los antiguos Mayas mantuvieron un calendario más exacto que el calendario gregoriano.

En la cumbre de su civilización, los Mayas utilizaron más de 17 calendarios y podemos decir que en cuanto a desarrollo mental, ningún otro pueblo en la Tierra se acercó siquiera a la sofisticación del tiempo y la matemática que ellos lograron. La civilización Maya se localizó en América Central, desde lo que hoy llamamos Guatemala, hasta la península de Yucatán.


La civilización Maya desarrolló la matemática del 20 y con ella fueron capaces de hacer cálculos astronómicos y calendáricos fantásticos. En algunos sitios Mayas encontramos lo que parece ser un registro de fechas que se remonta, en el pasado, a 400 millones de años, o incluso tan atrás como 25 billones de años. Esto es un gran rompecabezas para los arqueólogos y científicos occidentales. ¿Por qué un pueblo de la edad de piedra y sin ningún desarrollo de otro tipo de tecnología, tal como la consideramos, elaboró una matemática tan evolucionada?

Los Mayas tuvieron su punto más elevado de civilización en el período comprendido entre el 435 y 830 de la era cristiana. Este fue el período cumbre donde ocurrieron la mayoría de las construcciones y se levantaron muchos monumentos al tiempo. Tan misterioso y extraño como la ciencia del tiempo y el conocimiento astronómico de los Mayas fue el hecho que en el año 830 cesó de pronto toda actividad. No se volvieron a erigir monumentos del tiempo, los grandes centros fueron abandonados y lo que hoy conocemos como la civilización Maya Clásica llegó a su fin.

Cuando los Españoles arribaron a México y a Yucatán en los comienzos del siglo XVI, los Tolteca-Maya estaban aún floreciendo, la mayoría de ellos en el área de Yucatán, aunque algunos también en las zonas altas de Guatemala. Fue el obispo Diego de Landa quien presentó la primera información de lo que había aprendido del conocimiento Maya del tiempo: esto fue el Tzolkin o Calendario Sagrado. Fue de Landa quien codificó lo que más tarde, José Argüelles, llamó el estándar armónico o matriz 13:20. Argüelles, se ha dedicado por más de cinco décadas a estudiar el Tzolkin o Calendario Sagrado de los Mayas transcribiendo en numerosas publicaciones, libros y herramientas didácticas el resultado de estas investigaciones.

El Tzolkin de Argüelles

Sin embargo, los españoles no encuentran la forma del Tzolkin que conocemos actualmente, ya que ésta existe gracias a los esfuerzos de Argüelles y a los de su predecesor, Tony Shearer un estudioso de la tradición nativa americana y del Calendario Sagrado Maya. Shearer ha publicado dos libros donde se refiere profusamente al Tzolkin: EI Señor del Amanecer y En Nombre de la Luna y Bajo el Sol. A la pregunta de Argüelles, sobre quién le transmite el Calendario Sagrado, Tony responde: -es una curandera de Oaxaca-

Argüelles hace su propia versión de esta matriz en 1974. Empieza a estudiarlo y aprende a vivir a través de él. Sabe que sólo al vivirlo, puede llegar a comprenderlo. En 1987 expone en su libro El Factor Maya su comprensión y estudio de la civilización Maya. “Decidí tomar seriamente la matemática y también, tomar muy en serio el mensaje que la civilización Maya dejó“, -dice-. “También vi que la civilización Maya crea lo que es conocido como ‘el factor Maya’: ese factor que pasa de largo y no es tomado en cuenta en la historia. Pero ahora lo estamos reconsiderando: el conocimiento, la ciencia, y la matemática de los Mayas -que son el conocimiento y la ciencia del Tiempo- , es lo que necesitamos en este momento”.

El Tiempo, una Frecuencia de Sincronización

En el año 1989, visita el Museo del Tiempo en Ginebra. Según sus palabras, lo que allí estaba viendo no era otra cosa que ‘la historia del tiempo mecanizado’. A partir de ese momento comienza a desarrollar y a establecer lo que se llamará: la Ley del Tiempo, una nueva ciencia que cambiará nuestra concepción del tiempo. “El concepto del tiempo lineal -señala- es una idea muy primitiva ya que el tiempo es una ‘frecuencia de sincronización’ y esto lo sabían los Mayas”. El tiempo entonces, no es lo que se tarda en llegar de un punto a otro en el espacio. El verdadero tiempo es radial y no lineal. El tiempo se mueve en ciclos. Podemos imaginar al tiempo como un proceso de fluir en ciclos que se expresan en forma de espiral.

La Ley del Tiempo establece que el tiempo es una frecuencia de sincronización universal a través de la cual se armonizan todos los ciclos cósmicos. Actualmente estamos inmersos en la frecuencia 12:60, proporción que combina los 12 meses del calendario gregoriano y los 60 minutos de una hora del reloj mecánico, los dos instrumentos que el ser humano utiliza para medir el tiempo. Esta frecuencia da como resultado un programa inconsciente en la mente humana que causa la desviación de los seres humanos del orden biosférico natural. La frecuencia 12:60 produce, entonces, un orden mental irregular y mecanizado que nos lleva a vivir una distorsión en el tiempo y nos desconecta cada vez más de nuestra propia naturaleza y del tiempo natural. De ahí la denominación de ‘frecuencia de tiempo artificial’.

En contraparte, existe la proporción matemática o frecuencia 13:20, que se deriva de los 20 glifos o frecuencias solares y los 13 tonos galácticos que están codificados en el Tzolkin, un estándar galáctico de 260 unidades que sincroniza los 17 calendarios que utilizaban los Mayas.

Tenemos 20 dedos de manos y pies, el Tzolkin tiene 20 glifos o sellos. En un año, la Luna gira 13 veces alrededor del planeta Tierra. Las mujeres llevan en su cuerpo inscritas las 13 Lunas: en un año solar tienen 13 menstruaciones cada 28 días. Existe una analogía entre las 13 Lunas y los 13 números o tonos del Tzolkin. Esta frecuencia es denominada así mismo la ‘frecuencia de tiempo natural’ o ‘frecuencia universal de sincronización’.

Un calendario, dice Argüelles, es un instrumento para armonizar la mente humana con los principios matemáticos de la naturaleza y eso no sucede cuando estamos midiendo el tiempo con un calendario que tiene 12 meses irregulares, de distinta duración y con nombres irracionales. Este calendario además es aceptado por la humanidad como un dogma. Si el error está en el calendario, entonces el primer paso será reemplazarlo por otro, con una medida regular en sus meses y que contenga la frecuencia de tiempo más correcta, la frecuencia 13:20. De esta manera le surge la idea de crear un nuevo calendario, llamado Sincronario, cuya función es la de sincronizarnos con los ciclos lunar, solar y galáctico.

Este Sincronario contiene dos matrices: la primera es lo que se denomina la matriz perpetua de 13 meses o lunas de 28 días cada mes. 13 x 28 = 364 + 1 día llamado el Día fuera del tiempo, que corresponde al 25 de julio en el calendario gregoriano da un total de 365 días, correspondiendo al giro de la Tierra en torno al Sol o año solar. La segunda matriz que se engarza con la anterior, contiene las 13 x 20 = 260 unidades o kines del Tzolkin, que le imprimen a cada día una energía diferente además de sincronizarnos con los otros calendarios y ciclos de tiempo.

La especie humana, al haber adoptado un calendario irregular y una medición de tiempo mecánica y artificial se ha desviado biológicamente de su norma. Solo cambiando totalmente nuestra percepción del tiempo es cuando podremos ser capaces de experimentar una regeneración mental y moral. Este nuevo estándar de medida del tiempo nos reformula la mente, incrementando nuestra consciencia hacia un auténtico desarrollo mental y espiritual.

Para Argüelles, la nueva Ley del Tiempo manifiesta el linaje mental de los Mayas e incluye los códigos y las claves proféticas a ser comunicados en este momento del tiempo, cuando el materialismo, el caos social, las guerras y el terrorismo dominan hoy en día el alma y la mente del mundo.

¿Sabemos donde Estamos en el Espacio, pero Sabemos donde Estamos en el Tiempo?

Sabemos que estamos viviendo en un continente, América y en un planeta llamado Tierra, sin embargo no podemos situarnos con precisión en qué tiempo estamos viviendo. Gracias al legado de los Mayas y a las investigaciones de Argüelles, ahora sabemos un poco más como situarnos en el tiempo. Para ellos, el 21 de diciembre del año 2012 será la conclusión de una serie de ciclos de tiempo: el gran ciclo de 26.000 años y el ciclo de 5.200 años, por nombrar algunos.

El gran ciclo de 26.000 años corresponde al giro del Sol, -nuestra estrella- y sus planetas en torno a una estrella mayor, Alcione, de la Constelación de las Pléyades. La cosmogonía Maya afirma que hemos vivido cuatro ciclos de 26.000 años y que estamos a punto de entrar a un quinto ciclo, llamado el Quinto Mundo. Ese ciclo, a su vez, se divide en cinco ciclos de 5.200 años.

Gracias a la investigación sobre el Tzolkin o estándar galáctico es que José Argüelles ha podido determinar con mucha precisión cuales son los ciclos de tiempo que estamos viviendo actualmente: estamos terminando un ciclo de 13 baktunes que corresponden a 5.200 años, llamado “el Ciclo de la Historia”; estamos en el último baktún o ciclo de 400 años, denominado “de la transformación de la materia” y finalmente, en el último katún de 20 años al que se le conoce como ‘el ciclo de la regeneración del planeta Tierra’.

Por otro lado, los Mayas dejaron registradas las fuertes alteraciones sufridas por el Sol, -Kinich Ahau- cada vez que alguno de estos ciclos finalizaba. Estos cambios se manifiestan en forma de fuertes eyecciones de masa coronal, fuertes vientos y manchas solares, pudiendo hasta producirse giros de los polos magnéticos, lo que puede producir alteraciones de manera considerable en los campos electromagnéticos, tanto del Sol como de nuestro planeta.

Las perturbaciones solares y terrestres que estamos viviendo actualmente nos señalan claramente que es el Sol el que rige nuestra vida y puesto que el 21 de diciembre del año 2012 es el fin de un ciclo, esto implica un gran cambio evolutivo no solo en nuestro planeta sino en toda la galaxia; un cambio de grandes proporciones que conducirá a una nueva fase de evolución de la consciencia y a cambios sin precedentes para el ser humano.

Argüelles dice que toda la humanidad está viajando colectivamente través de este cierre profético, lo que significa que todos estamos siendo preparados para este punto de transición del año 2012. “Estamos yendo de la Era espacial al Nuevo Tiempo, estamos evolucionando de la condición del homo sapiens al de homo noosphericus”, dice Argüelles.

Nuestra Biosfera (la capa de vida del planeta) ya no puede sostener mas el impacto de la Tecnosfera (la esfera de la tecnología y las máquinas) y el año 2012 nuestro planeta pasará a otro estado, “es como cuando el agua pasa de estado líquido a vapor", -dice-. "Pasaremos entonces a vivir el estado Noosférico: la consciencia planetaria. En lugar de egos individuales, evolucionaremos hacia un colectivo de seres conscientes que sostienen la consciencia del planeta".

José Argüelles señala que lo importante ahora es la unificación espiritual entre todas las tradiciones: musulmanes, budistas, cristianos, judíos y por supuesto las culturas indígenas. La Religión Universal que ha sido profetizada por muchas tradiciones. La reunión universal como un gran círculo arco iris de todos aquellos que son puros de corazón y que pueden reconocer que todas las tradiciones tienen un creador común. Dice que cerrar el ciclo es llevar a toda la humanidad, como una gran familia planetaria, a un estado de paz y armonía y llevarla a ese punto en el tiempo cósmicamente culminante.
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Para los amantes de la civilización Maya, no se pierdan en Liberación AHORA, la primera parte del relato: ¿DÓNDE ESTAN MIS DIOSES?

A continuación un video homenaje a los Pueblos Mayas - Los Maestros del Tiempo